Simón Pedro Barceló, copresidente del Grupo Barceló, y Jordi Gual, presidente de CaixaBank, abrieron el Foro Hosteltur 2019
Los mayores retos y desafíos globales que enfrentará el turismo no se encuentran en la macroeconomía sino en el ámbito geopolítico y son de orden temporal -guerra comercial, Brexit, descontrol migratorio-. Este deterioro geopolítico es atribuible a los efectos e inseguridades que dejó la crisis financiera en la población, un terreno que ha sido aprovechado por movimientos políticos extremistas y radicales.
En ello han coincidido Simón Pedro Barceló, copresidente del Grupo Barceló, y Jordi Gual, presidente de CaixaBank, durante su conversación sobre los retos globales para la economía mundial y cómo afectarán al turismo. El debate fue moderado por Manuel Molina, director de Hosteltur, y fue el punto de partida del Foro Hosteltur 2019, celebrado este miércoles en Madrid, el encuentro anual que ya forma parte de la agenda del sector turístico. Este año coincide con el 25º aniversario del medio profesional de referencia en el sector.
Ambos altos ejecutivos en sus respectivos sectores, financiero y turístico, ofrecieron la visión global y de conjunto, y debatieron sobre cómo los eventos y variables globales afectan al turismo en particular.
El presidente de CaixaBank ha destacado que, en un mundo cada vez más complejo, “el orden macroeconómico, si vemos las cifras, no está tan mal como el deterioro en el ámbito geopolítico, con mayor incidencia en el comercio internacional que en la economía”.
Simón Pedro Barceló destacó, por su parte, que, "el mundo cada vez es más pequeño, tenemos que pensar que todo lo que ocurre en cualquier parte, en cualquier momento, nos puede afectar y tenemos que pensar y reflexionar en cómo nos puede afectar y cómo convertirlo en una oportunidad para todos".
Barceló refirió que había pensado en el descontrol migratorio y en qué podían hacer. Recordó que el país donde más invirtió el grupo fue Marruecos: "He pensado que nosotros el año pasado, en el país donde más invertimos fue Marruecos. He pensado que todas las empresas turísticas españolas, todas las empresas españolas y todas las empresas europeas, deberían tomar la determinación de invertir en la ribera sur del Mediterráneo, donde sabemos que el turismo está estancado y puede ser el motor de desarrollo económico y de desarrollo social del continente, y nosotros podemos ayudar, tenenos que invertir allí, tenemos que crear empleo y tenemos que hacer que la gente quiera quedarse en sus países, que la emigración no sea su única oportunidad y, mucho menos, la emigración ilegal", puntualizó.
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