El Centro Ceremonial Otomí es una de las grandes joyas de Temoaya ya que representa un recinto religioso que muestra la presencia de la cultura otomí, la cual se estableció en este valle hace más de 3 mil años.
Este recinto fue construido en 1980, con el objetivo de proporcionar un espacio para las celebraciones religiosas de la etnia mexiquense, así como para fomentar el desarrollo de la región por medio del turismo y recibir a grandes deportistas ya que cuenta con un gimnasio que ha sido acogido por las y los boxeadores profesionales.
Esta obra combina elementos arquitectónicos y escultóricos como plazas, paseos, andadores, glorietas, columnas y conos que incorporan símbolos e imágenes míticas y cuenta con una superficie de 45 hectáreas de construcción y 80 de bosque, en el que predominan los pinos y los encinos.
Además, en este espacio habita una gran variedad de fauna, como venados de cola blanca y borregos, además de un estanque repleto de truchas.
Asimismo, se cuenta con el parque ecoturístico Llano del Rayo que es una reserva que ofrece un bello escenario para los amantes de la naturaleza, quienes pueden disfrutar de actividades como ciclismo de montaña, rapel, senderismo y cabalgatas, además invita a vivir la experiencia de surcar los aires desde la tirolesa.
En la comunidad de San Pedro Arriba existe un criadero de truchas, en donde se puede conocer el proceso de crianza que es muy amable con la naturaleza y bajo un estricto manejo higiénico.
Para completar esta experiencia, los asistentes pueden degustar una deliciosa trucha cocinada de diferentes formas, como al mojo al ajo, mexicana y a la diabla entre otras. El costo es accesible para todos los bolsillos, además de que cuenta con actividades para toda la familia.
Una de las obras de arte más sobresalientes que producen las y los maestros artesanos de este municipio es la técnica del anudado con la que dan vida a preciosos tapetes, en los cuales plasman valores, creencias y tradiciones.
Aunado a esta oferta se puede conocer el Santuario de Santiago Apóstol, el cual fue construido en 1592 por la orden franciscana, pero fue hasta 1720 cuando recibió el rango de parroquia.
En su interior se encuentra una escultura de la representación clásica de Santiago Matamoros: un guerrero medieval a caballo, en actitud de combate, pieza es única en su género en toda Latinoamérica, tanto por su antigüedad como por su tamaño colosal, se trata de una verdadera obra de arte del siglo XVI.
Esta escultura fue elaborada con pasta de caña de maíz y recubierta con papel engomado, con el fin de aligerar su peso para transportarla en andas.
Cabe recordar que el Estado de México está preparado y listo para recibir a quienes deseen conocer más de la entidad con altos protocolos de seguridad sanitaria.
