América es un territorio de secretos. Tanto el Norte como el Sur, como Centroamérica y El Caribe, poseen algunos de los lugares más misteriosos y atractivos del mundo, escenarios ideales para una visita, pues marcarán definitivamente las experiencias turísticas.
Estos que presentamos hoy son destinos poco conocidos e intrincados, pero naturales y bellos. Son lugares para aquellos que adoran la aventura y la adrenalina, para los curiosos que necesitan siempre, un poco más.
Sin más, esos son los enclaves más curiosos de América.
- El órgano marino de San Francisco, en California, Estados Unidos
El órgano de olas (Wave Organ) es una obra de arte visual y auditiva situada en un pequeño embarcadero de Marina District, que posee incomparables vistas del Golden Gate, la isla de Alcatraz y Fort Mason.
El artista Peter Richards fue su hacerdor, luego de escuchar una grabación de sonidos procedentes de un órgano de viento en un muelle de Sídney, Australia.
El sonido puede apreciarse mejor en pleamar, cuando el oleaje entra y sale del órgano de 25 tubos fijado en el embarcadero. Los tubos emiten sonidos bajos, pues la música que emite también intenta calmar la mente y alejar preocupaciones.
Las Islas Marietas
Las islas Marietas, constituyen un archipiélago deshabitado de México, e incluyen unas playas vírgenes, secretas y extraordinariamente bellas.
La llamada Playa Escondida, fundamentalmente, está considerada uno de los rincones más espectaculares de México, romántico y tranquilo.
Después de nadar con la marea hasta alcanzar una estrecha hendidura entre la superficie del mar y la isla que hay encima, se accede mediante un túnel natural entre las rocas.
La playa interior se encuentra entre paredes de piedra, que ha suscitado teorías basadas en el culto a una deidad ancestral.
Las islas Marietas se comunican con la Riviera Nayarit, por lo que se suman a uno de los destinos más apreciados del Caribe Mexicano.
Museo submarino de Roatán, en Honduras
Un museo submarino es siempre una atracción turística codiciada. Esta exposición de la que hablamos, está frente a la costa de Roatán, una de las islas de la bahía de Honduras.
Para comenzar la aventura, los visitantes son equipados con gafas y tubo para bucear por las aguas caribeñas y apreciar extraordinarias bellezas hundidas como estatuas mayas, artefactos paya, anclas viejas y hasta un galeón español.
Antes de llegar al punto de inmersión y de iniciar la búsqueda del tesoro, los guías informan sobre la colonización de esta parte de las Américas y la lucha por la independencia.
Y en las profundidades se mezcla la pasión por la historia como el aprecio a la naturaleza, mediante la observación también de arrecifes coralinos y fauna muy diversa entre sus instalaciones.
El museo está en el oeste de la isla de Roatán, al que llega la carretera principal y hay varias agencias que ofrecen los circuitos.
Volcán de lodo del Totumo, en Colombia
El volcán de lodo de Colombia se ubica a 50 kilómetros al noreste de Cartagena en la costa caribeña, y se trata de una protuberancia natural de 15 metros de altura con forma de cráter.
No obstante, en su interior no hay lava, sino lodo rico en minerales. Allí, se puede tomar un baño con propiedades terapéuticas.
La catedral de la sal, en Colombia
Para llegar a la catedral de sal de Colombia, se debe descender 180 metros hasta esta extraterrenal casa de oración hecha con 250 000 toneladas de sal.
El santuario, situado en la localidad de Zipaquirá e iluminado de forma espectacular, es una de las más atractivas locaciones turísticas de América del Sur.
Allí, se puede deambular por sus 14 capillas, cada una representa una estación del Vía Crucis de Jesucristo, en un impresionante recorrido a través del simbolismo religioso.
Según la opinión de los visitantes, la más llamativa es la nave central, considerada la mayor iglesia subterránea del mundo, en la cual una inmensa cruz iluminada irradia un resplandor que alumbra el lugar y a los visitantes.
Los autobuses para llegar a este impresionante destino salen de Bogotá rumbo a Zipaquirá.
Desierto de Nazca, en Perú
Este es uno de los enclaves más misteriosos del mundo, el cual puede verse en su totalidad desde las avionetas que despegan del pequeño aeropuerto peruano de Nazca.
Al sobrevolar el desierto, se pueden distinguir unas líneas rectas trazadas sobre el suelo que convergen y se cruzan antes de desaparecer en el horizonte. Luego aparecen trazos reconocibles de animales, como un mono con un rabo enroscado, un colibrí, una araña monstruosa, un ave... Las personas que ven esto, quedan impresionadas, pues siempre se preguntan, quién pudo dibujarlas.
Las líneas de Nazca atrajeron por primera vez la atención pública en la década de 1930, cuando los pilotos comerciales empezaron a volar a Perú.
Las formas geométricas y figuras de animales dispersas a lo largo de 500 kilómetros de la reseca meseta de Nazca son aún un misterio para arqueólogos y teóricos, que indican que al parecer fue la antigua civilización de los nazca, que prosperó en esta región entre los años 200 y 600, la que trazó los dibujos quitando la tierra y las piedras de color cobrizo que dejaban al descubierto la arena más clara que hay debajo.
Por tanto, al parecer, los dibujos han permanecido intactos durante casi 2.000 años y hay muchas teorías al respecto, que apuntan incluso que las líneas son antiguas pistas de aterrizaje de naves extraterrestres, o que los animales integran un gigantesco calendario astronómico.
Las líneas de Nazca, que se aprecian mejor desde el aire, se pueden ver también desde un mirador a 20 kilómetros de la localidad peruana.
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