Zacatecas conmemora el 106 aniversario de una de las batallas más importantes de la Revolución Mexicana, la batalla de la Toma de Zacatecas, que tuvo lugar el 23 de junio de 1914, en la que el general Francisco Villa, al lado de Felipe Ángeles, venció a las fuerzas federales, triunfo que despejó el camino para que la célebre División del Norte y el resto de las fuerzas revolucionarias, pudieran marchar hacia la Ciudad de México.
Zacatecas era una importante plaza en el México del siglo XIX. Sus ricos yacimientos de plata y sus minas la convertían en una de las principales ciudades del país; además, aquí se encontraban los principales cruces ferrocarrileros de la nación, por lo que fue un punto clave para el desarrollo de la Revolución.
En medio de conflictos entre Venustiano Carranza y Francisco Villa, personajes decisivos en la historia del país, Villa decidió marchar a Zacatecas con toda la División del Norte para reforzar el ataque de las tropas de Pánfilo Natera, las cuales ya habían intentado tomar la ciudad semanas antes sin éxito.
En la madrugada del 17 de junio de 1914, desde Torreón, Coahuila, el general Felipe Ángeles comenzó a montar el grueso de su artillería en cinco trenes. Villa y Ángeles deseaban, por encima de cualquier otra cosa, darle el tiro de gracia al régimen del usurpador Victoriano Huerta, por lo que se preparaban para marchar con la División del Norte sobre Zacatecas, ciudad que era el último bastión del huertismo, y su caída significaba el paso libre hacia la Ciudad de México.
El 19 de junio, en 18 trenes militares y al mando de Felipe Ángeles, la División del Norte arribó a Calera, Zacatecas, a veinticinco kilómetros de la capital. Al día siguiente, sus unidades de infantería y de caballería tomaron posiciones al este, al norte y al sur de la ciudad. Las fuerzas desplazadas eran alrededor de 25,000 efectivos, con trenes acondicionados como hospitales para atender a los heridos, trenes de apoyo logístico, y buena artillería. En el bando contrario, los federales atrincherados eran cerca de 12,500 hombres, con once piezas de artillería pesada y noventa ametralladoras; es decir, en clara desventaja frente a las fuerzas revolucionarias.
El 22 de junio Villa arribó a Zacatecas con el fin de dirigir la batalla, al lado de Felipe Ángeles. El disparo de un cañón, a las diez de la mañana en punto del 23 de junio de 1914, anunció el inicio de la batalla. Los villistas avanzaron por los cuatro puntos cardinales intentando arrebatar a los federales sus posiciones en la Bufa, el Grillo, la Sierpe, Loreto y el cerro de La Tierra Negra.
Las fuerzas federales eran dirigidas por el general Benjamín Argumedo, que ante el empuje de los villistas, tuvo que retirarse de la contienda, y huyó con sus tropas hacia la hacienda de Trancoso.
Después de horas de duro combate, a las 6:00 de la tarde, las fuerzas revolucionarias tomaron el Cerro de la Bufa, punto estratégico de observación para el ejército federal, quienes emprendieron la retirada.
Se dice que este fue uno de los episodios más sangrientos durante la Revolución, con un saldo de aproximadamente 10 mil muertos en tan solo unas horas.
Es precisamente en el Cerro de la Bufa en donde actualmente se ubica el Museo Toma de Zacatecas, en el que se explica el proceso militar y social detrás de esta emblemática batalla, el contexto en el que surge y se desarrolla la Revolución Mexicana, así como algunos aspectos de la vida cotidiana en la capital zacatecana durante esa época.
Actualmente cuenta con tecnología como realidad aumentada, proyecciones y multimedia para explicar la importancia de diversos personajes que formaron parte de este episodio de la historia de México. Resguarda también objetos y armas originales de la Revolución Mexicana, la minería y una recreación de la vida cotidiana de Zacatecas a principios del siglo XX.
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